Sinopsis de la obra:

El sentido de una creación sonora no radica ni en la intención del creador ni en la interpretación del oyente, sino que se fundamenta en la «Escucha del Silencio del Sentido», es decir, en su apertura vital originaria y en su trascendencia de ser. Es así que esta «organización de sonidos», denominada «Oídos de Acero», procura de igual forma estar a la «Escucha» de un doble propósito. Por un lado, está ampliamente inspirada en la ardua, inquebrantable y estoica lucha por parte de Salvador Zarco Flores contra el sordo desmantelamiento institucional de Ferrocarriles Nacionales de México. Por otro lado, pretende ser una mesurada evocación sobre la eclosión ideológica y cultural que aconteció en México en 1910, enfocada especialmente al Ferrocarril como construcción epistémica situada y, más específicamente, a sus honorables trabajadores. En definitiva, «Oídos de Acero» es una obra abierta que no sólo invita a pensar el Ferrocarril, sino más específicamente, a pensar desde el Ferrocarril dentro de una dimensión geopolítica.

«Oídos de Acero» es una obra de Zael Ortega especialmente dedicada a Salvador Zarco, un luchador social mexicano, crítico y responsable.

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Trayectoria de la obra:

En 2009, la Fonoteca Nacional le comisionó a Zael Ortega una organización de sonidos con motivo del Centenario de la Revolución Mexicana: "Oídos de Acero", la cual posteriormente obtuvo el 1er Lugar en la 8va Bienal Internacional de Radio (2010). Asimismo, "Oídos de Acero" forma parte del álbum "Reconstrucciones Sonoras de la Revolución", producido y editado por la Fonoteca Nacional y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. De igual forma, "Oídos de Acero" ha sido presentada, a modo de instalación sonora, en la propia Fonoteca Nacional, en la Biblioteca Pública José Vasconcelos de la ciudad de México, en el Museo de los Ferrocarriles de la ciudad de Puebla, en el Museo de los Ferrocarrileros de la ciudad de México, en el Festival Internacional "Discantus: Escenarios de la Nueva Música" en sus ediciones 2009 y 2010, y en el Festival "Puebla: Cuna de la Revolución", organizado por el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla. Respecto a otros medios, "Oídos de Acero" ha sido incluida en el proyecto de Arte Sonoro Iberoamericano "IberWave", curado por José Iges y presentado en la "Kunstradio" de la ORF-Kulturkanals (Radio Cultural Austriaca). Además "Oídos de Acero" fue parte de la presentación del proyecto internacional "Radioartnet" (del cual también es miembro), en el programa "Ars Sonora" de Radio Clásica en Radio Nacional de España. "Oídos de Acero" también conforma el diseño sonoro de un documental, producido y realizado por el Museo de los Ferrocarrileros de la ciudad de México, sobre el rescate de dos Locomotoras de Vapor que datan de 1901: la Locomotora FCI-67 y la Locomotora NdeT-507. Por otra parte, "Oídos de Acero" fue presentada en vivo en el Festival Internacional de Música Electroacústica "Primavera en La Habana 2010", dedicado a celebrar el trigésimo aniversario del Laboratorio Nacional de Música Electroacústica, y los 45 años del primer concierto público de Música Electroacústica en Cuba, organizado por el Maestro Juan Blanco.

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Breve semblanza:

Zael Ortega es Filósofo y Organizador de Sonido. Su trabajo se encuentra abocado principalmente a la investigación y la creación de «Lugares de Escucha-Enunciante», entendidos como conciencias de apertura y producción epistémica localizada, para una ética y una política del «Escuchar» (un Escuchar Pre-Sonoro y Pre-Musical) como proyecto utópico de la pluriversalidad del ser, del saber y del pensar.

Situado en la desobediencia epistémica, se dedica a la investigación teórica y artística del pluriversal discurso radiofónico. Basado en esto, se ha desarrollado como «Organizador de Sonido»: es decir, un tipo de creación autocrítica que (en lugar de crear de la nada desde la figura biopolítica heredada del genio moderno) «Escucha y Dialoga» con las necesidades y exigencias geopolíticas del «Locus Sonorus» (es decir, del «Lugar Sonoro») de cada creación específica: «Organizar Sonido» es dar-forma, des-cubrir, de-struir, des-atar y atender lo ignorado, lo cual es una forma de creación muy distinta y ajena al prototipo de creador moderno (ex nihilo) que objetiva y reduce epistémicamente todo lo otro al ego cogito, ubicando a los creadores no-modernos o "primitivos", y desde luego a la naturaleza, en el fondo de la jerarquía. Bajo este mismo enfoque, está interesado principalmente en la investigación y creación no sólo de Arte Sonoro para la Radio sino, más bien, de Arte Sonoro desde la Radio (entendido como un desprendimiento epistémico de la Escucha Musical), así como en la interacción de sentidos y significados entre Música Electroacústica y Arte Radiofónico. También se dedica al Diseño Sonoro, a la Musicalización y a la Producción Radiofónica. Asimismo, es promotor de Arte Sonoro y Arte Radiofónico de forma independiente, y también a través de la Universidad Autónoma de Puebla (México).

Es autor desde el año 2000, junto con la antropóloga y socióloga Anayuri Güemes, de «Artes Electroacústicas: Lugar de Enunciación Radiofónica» que se vuelca hacia el «Escucha-Situado» histórica, cultural, corporal y geopolíticamente, que interpela el cuestionamiento y demanda el uso crítico de la moderna tecnología del sonido, para no conformarse con simplemente teorizar, criticar y discutir lo que el sistema mundo/moderno escucha. Además de ser un proyecto pionero en México y ser uno de los escasos lugares de enunciación radiofónica —en todo el mundo— abocados a la investigación y creación de «Métodos de Escucha Otros», este proyecto ha sido becado por el FONCA en dos ocasiones, y ha sido avalado por reconocidos investigadores y artistas.

Como creador de arte radiofónico ha recibido 4 premios de la Bienal Internacional de Radio (2004, 2008, 2010) y de Radio UNAM (2007). Algunas de sus obras electroacústicas y radiofónicas han sido presentadas en Alemania, Austria, España, Francia, Argentina, Cuba, y México. Ha recibido numerosas comisiones y encargos por parte de diversas instituciones, tanto públicas como privadas, para crear paisajes sonoros y obras de música electroacústica, arte sonoro y arte radiofónico. Ha sido becario en dos ocasiones del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México (2007 y 2008-2009).

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Short english version:

Zael Ortega is Philosopher and Organizer of Sound. His work is mainly dedicated to the research and creation of «Locus of Enunciating-Listening» understood as opening consciousness and localized epistemic production for an ethics and politics of «Listening» (a Pre-Sound and Pre-Musical Listening) as utopian project from to be, to know and to think pluriversality.

Located on the epistemic disobedience, he’s dedicated to theoretical and artistic research of pluriversal radiophonic discourse. Based on this, he has developed as «Organizer of Sound»: that is a type of self-criticism creation (rather than create from nothing from the inherited biopolitical figure of modern genius) «Listen and Dialogue» with the geopolitical needs and demands from «Locus Sonorus» (ie, the «Sound Locus») of each specific creation: «To Organize Sound» is a giving shape, to discover, to destroy (in to separate and to dismantle sense), to unleash and listen to unknown, which is a creation form very different and foreign to modern creator prototype (ex nihilo) that epistemically objectives and reduces everything else to the ego cogito, placing the un-modern or "primitive" creators, and certainly to nature, at the bottom of the hierarchy. Under this approach, he’s primarily interested in research and development not only of Sound Art for the Radio but rather in Sound Art from the Radio (understood as an epistemic detachment of Musical Listening), as well as the interaction of meanings and senses between electroacoustic music and radio art discourses. He is also dedicated to Sound Design, Musical Design and Radio Production. Also he’s a promoter of Radio Art and Sound Art on an independent way, and also through the Autonomous University of Puebla (Mexico).

He is author since 2000 along with the anthropologist and sociologist Ana Güemes of «Electroacoustic Arts: Locus of Radiophonic Enunciation» that turns to the historical, cultural, corporal and geopolitical «Situated Listener» which interpellates the questioning and demand the critical use of modern sound technology, to not resign with just theorize, criticize and discuss that the modern world system listen. Besides being a pioneering project in Mexico and one of the few locus of radiophonic enunciation around the world dedicated to research and creation of «Other Listening Methods», this project has received two grants from the FONCA (Mexico), and has been supported by renowned researchers and artists.

As radio art creator he has received 4 awards from International Radio Biennial (2004, 2008, 2010) and from Radio UNAM (2007). Some of his electroacoustic and radio art works have been presented in Germany, Austria, Spain, France, Argentina, Cuba, and Mexico. He has received numerous commissions from various institutions, both public and private, to create soundscapes and electroacoustic music, sound art and radio art works. He has twice been a grant holder of the National Fund for Culture and Arts of Mexico (2007 and 2008-2009).

sábado, enero 12, 2008

Músicas Posmodernas:
Electroacústica
y Electrónica Popular
(1 de Diciembre de 2007)

En esta sesión radiofónica presentaremos Música muy variada; Música diversa. Contaremos con la presencia musical de Stephen David Beck, James Montgomery, Ricardo Dal Farra, Anna Rúbin, y David Kin. La música que Escucharemos en esta sesión es para distintos medios, como por ejemplo, para Fagot y Electrónica, para Saxofón y Electrónica, para Voz y Electrónica, entre otros. Además de que charlaremos sobre aquella ignorada ambivalencia entre dos de las vertientes más importantes de la Música Posmoderna: la Música Electroacústica y la Música Electrónica Popular: esta última se rige principalmente por el control del sector económico sobre la creación musical, y se fundamenta esencialmente en la estandarización, en el sincretismo y en la homogeneización de los diversos estilos respecto de un mercado de la cultura caracterizado sólo aparentemente por una personalización de la oferta y del público, pero que refleja en realidad un sistema sustancialmente unitario de valores y modelos culturales, cuyas estratificaciones no provienen de una diferencia real de contenidos, sino que muestran destinos sociales diferentes, es decir, identifican un “nivel” cultural y no un “valor” cultural autónomo.
Sesión Radiofónica:
Música y Muerte
(3 de Noviembre de 2007)

Sesión Radiofónica dedicada al problema filosófico de la Muerte: La liberación de dejar de ser Yo.

Platón afirmó que la filosofía es una meditación de la muerte. Toda vida filosófica, escribió después Cicerón, es una commentatio mortis. Veinte siglos después Santayana dijo que «una buena manera de probar el calibre de una filosofía es preguntar lo que piensa acerca de la muerte». Según estas opiniones, una historia de las formas de la «meditación de la muerte» podría coincidir con una historia de la filosofía. Ahora bien, tales opiniones pueden entenderse en dos sentidos. En primer lugar, en el sentido de que la filosofía es o exclusiva o primariamente una reflexión acerca de la muerte. En segundo término, en el sentido de que la piedra de toque de numerosos sistemas filosóficos está constituida por el problema de la muerte. Sólo este segundo sentido parece plausible.

Por otro lado, la muerte puede ser entendida de dos maneras. Ante todo, de un modo ambiguo, luego, de una manera restringida. Ampliamente entendida, la muerte es la designación de todo fenómeno en el que se produce una cesación. En sentido restringido, en cambio, la muerte es considerada exclusivamente como la muerte humana. Lo habitual ha sido atenerse a este último significado, a veces por una razón puramente terminológica y a veces porque se ha considerado que sólo en la muerte humana adquiere plena significación el hecho de morir. Esto es especialmente evidente en las direcciones más «existencialistas» del pensamiento filosófico, no sólo las actuales, sino también las pasadas. En cierto modo, podría decirse que el significado de la muerte ha oscilado entre dos concepciones extremas: una que concibe el morir por analogía con la desintegración de lo inorgánico y aplica esta desintegración a la muerte del hombre, y otra, en cambio, que concibe incluso toda cesación por analogía con la muerte humana.

Tal parece que la existencia fuera un mal, porque una ley eterna la castiga con la Muerte; “El mayor delito del humano es haber nacido”, dijo Calderón de la Barca en “La vida es sueño”.

¿Qué es la Muerte y por qué la sufrimos? ¿Por qué la tenemos? ¿Qué hay detrás ó después de ella? Es un hecho universal el temor del humano a morir. ¿De dónde proviene ese temor?

A pesar de estar convencidos de la inevitabilidad de la Muerte nos entregamos de lleno a la empresa de vivir. ¿La idea de la Muerte no debiera en cierto modo paralizar nuestro anhelo de vivir? ¿Qué es lo que hace al humano vivir como si no fuera a morir?

Para dilucidar el alcance de la Muerte es necesario comprender el contenido de la palabra “Yo” como una parte infinitamente pequeña del mundo, entonces el fenómeno individual que constituye una persona es una porción insignificante de un verdadero Ser, y en ese caso, la Muerte es la recuperación de ese auténtico e infinito Ser a cuya entrada es preciso dejar los despojos de nuestra individualidad. En una palabra, la Muerte nos despoja sólo de nuestro Ser individual, no de nuestro Ser verdadero; nos despoja de esa condición que nos hace radicalmente infelices; esa condición es la individualidad. La Muerte es el fin de la existencia temporal. El fin de la persona es tan real como su principio; después de la Muerte no existiremos, así como tampoco hemos existido antes de nacer.
Sesión Radiofónica:
Música para Flauta
y Electrónica
por Alejandro Escuer
(22 de Septiembre de 2007)

Para la mayor parte de los melómanos y aficionados a la música, la Música del Siglo XX es un hueso duro de roer. A menudo se mezclan la confusión ó el rechazo con la sensación de provocación, ó incluso de burla. Cuando la Música es complicada, se le tacha de elitista ó de innecesariamente intelectual. Si la Música está basada en una idea sencilla, se la considera superficial y burda, y la reacción más habitual es la de decir: “Eso lo sabría hacer yo”. Se podría decir que una de las diferencias entre el sujeto creador y el que no lo es, es que el primero hace lo que el segundo cree que podría hacer, pero no hace. También está la constante preocupación acerca del “ruido”, la “disonancia”, la “tensión” y otros conceptos que desaniman a tantos Escuchas. Buscar exclusivamente diversión y descanso en la Música ó en cualquier otro arte, significa no entender en absoluto su naturaleza compleja. Por eso Santayana, en su libro “La Razón en el Arte”, escribió: “Para emitir juicios musicales es necesario recibir una educación musical. Lo que gusta a la mayoría de la gente apenas puede considerarse Música; más bien se trata de un estado de embriaguez somnolienta aderezada de impulsos nerviosos”. La relajación es tan sólo uno de los múltiples efectos al alcance de aquellos que dominan el arte de manipular, ó como ya lo dijo Edgard Varèse, “organizar” sonidos de forma coherente. Empleamos el término “manipular” para acentuar lo que hay de artificial en la música, tanto si es moderna como si no lo es. En la composición de una sinfonía hay poco de “natural”. Es más bien una actividad extremadamente artificial, que requiere unos conocimientos técnicos considerables. De ahí que se diga que “componer es un diez por ciento de inspiración y un noventa por ciento de transpiración”.

Durante mucho tiempo he creído que la adquisición de ciertos conocimientos técnicos facilita un interés informado y comprensivo de lo que el artista intenta hacer y expresar con su estilo. Además, cuando una obra de arte no nos gusta, nuestra respuesta no suele depender de una opinión ó un gusto bien informados, sino más bien del miedo a lo nuevo, lo cual produce un bloqueo mental y emocional. En lo que se refiere al arte, creo que en lugar de decir: “Sé lo que me gusta”, sería mejor decir: “No sé lo que podría gustarme”.

Siempre merece la pena hacer un pequeño trabajo de investigación y luego de reflexión antes y después de un concierto. La familiaridad ahuyenta la ansiedad. Los tecnicismos musicales se pueden asimilar igual que los de la informática, el fútbol, el cricket, el ajedrez, los juegos de cartas y muchos otros. Todo artista busca la comunicación, y nuestra tarea como Escuchas, es la de tomar parte en el proceso creativo descifrando los signos, los medios y los métodos de lo que se nos está comunicando. Recuerda, querido Escucha, lo que dijo Gershwin: “Mucha gente dice que un exceso de estudio anula la espontaneidad para la Música, pero si bien es cierto que el estudio puede anular un pequeño talento, también es verdad que el interés por el conocimiento musical puede desarrollar un gran talento”.

El comentario musical de esta sesión fue tomado del libro “Introducción a la Música del Siglo XX” de Ottó Károlyi (Alianza Editorial, 1999).

En esta sesión radiofónica, presentamos estrenos mundiales por parte de compositores de México, Estados Unidos, Italia y Holanda, de una calidad musical excepcional, dedicadas, interpretadas y grabadas por el mexicano Alejandro Escuer, uno de los más importantes flautistas y compositores de Latinoamérica hoy en día, del cual comentamos a lo largo de esta sesión. Cada pieza está caracterizada por un estilo contrastante y ofrece diferentes perspectivas no sólo en el uso de los medios electrónicos, sino también en la concepción del sonido acústico de la flauta, lo cual convierte al álbum que escuchamos en esta sesión, “Aqua”, en un disco sólido, único, altamente creativo, e innovador. “Aqua” está integrado por piezas de gran sofisticación tecnológica y composicional tanto para el disfrute del público en general, así como para la satisfacción del especialista. “Aqua”, es ante todo, el completo itinerario de un viaje a través del Arte Sonoro.
Sesión Radiofónica:
Música Electroacústica Mexicana
(4 de Agosto de 2007)

“Hablar de Música Electroacústica, Música Concreta ó Música para Cinta Magnética es hablar de precursores, de Ciencia Musical, de Tecnología y de señores en blanco y negro con corbata sentados frente a muy extrañas máquinas. Desafortunadamente hablar de Música Electroacústica también es hablar de marginalidad, desconocimiento, y para muchos, es sinónimo de antiguo y anacrónico. Y es que da la sensación de que la Música Electroacústica y sus alquimistas, se hallan atrapados entre el cielo y el suelo: no serian felices en ese cielo de la Música Clásica plagado de divinidades, pues ellos tienen un espíritu joven repleto de curiosidad, ávido de experimentación, y sobretodo, carecen de prejuicios para enfrentarse y crear a través de una máquina. Por otra parte, tampoco pueden bajar a los infiernos del Pop, ya que estos están infectados de imposturas y frivolidades, y su formación artística y su concepción de lo musical les impide operar con comodidad en este territorio, además de los restrictivos patrones del mercado a los que están sometidos. Al final, el último refugio de gran parte de los artistas electroacústicos son las composiciones por encargo, la investigación teórica y la especialización académica de alto nivel”. Gabriel Brncic, “Guía Profesional de Laboratorios de Música Electroacústica”, 1998.

La Música Electroacústica en México encuentra sus orígenes en 1960 con la obra “El Paraíso de los Ahogados”, obra para cinta magnética que Carlos Jiménez Mabarak (1916-1994) compuso para la coreografía homónima de Guillermina Bravo (1920), y con la aparición del “Omnifón”, primer sintetizador construido por el ingeniero mexicano Raúl Pavón (1931), quien incluso se adelantó a los inventores estadounidenses Robert Moog (1934-2005) y Donald Buchla (1936). Sin embargo, el desarrollo de la Música Electroacústica en México no se inicia realmente sino con la creación del Laboratorio de Música Electroacústica, adscrito al Conservatorio Nacional de Música, fundado por Héctor Quintanar (1936) y Raúl Pavón hacia finales de la década de los años 60's, así como por la creación del estudio particular de Antonio Russek (1954), el cual, en 1978 se convertiría en el Centro Independiente de Investigaciones Musicales y Multimedia; después en 1990, fue establecido formalmente el primer Laboratorio de Electroacústica e Informática Musical en la Escuela Superior de Música fundada por Francisco Nuñez (1945) y Roberto Morales (1958).

“Escoger obras relevantes de distintas etapas históricas de la Música Electroacústica en México es una tarea harto difícil, así como es ardua la investigación acerca de lo que aconteció en nuestro país en el campo de la Música y la Tecnología durante las décadas de los años 60’s y 70’s, ya que no existió un centro de experimentación, producción, difusión y conservación de obras que haya funcionado de manera continua y apropiada a través de las últimas cuatro décadas y media de historia de este género musical en nuestro país”. Manuel Rocha, “La Música Electroacústica en México”, 2003.

En esta sesión radiofónica presentamos el trabajo de algunos de los compositores electroacústicos más importantes de México. Escucharemos obras para electrónica sola, compuestas por Rogelio Sosa, Sergio Luque, Rodrigo Sigal, Manuel Rocha, Guillermo Galindo, Gonzalo Macías, Carlos Sandoval, y Javier Álvarez.

Escucha algunas de nuestras Sesiones Radiofónicas aquí mismo:



In Memoriam: Karlheinz Stockhausen (1928-2007).

"El mundo ha perdido valor: Karlheinz Stockhausen ha muerto".

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